Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones (que causan ansiedad y malestar significativos) y/o compulsiones (cuyo propósito es neutralizar dicha ansiedad). Por tanto, en este trastorno de ansiedad, existen dos síntomas básicos:

.Obsesiones: Ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia, y que son vividos como repugnantes o sin sentido.

Los pensamientos obsesivos son ideas o imágenes que inundan la mente de una forma estereotipada. Suelen ser siempre desagradables y la persona que suele intentar, sin éxito, resistirse a ellos.

 .Compulsiones: Conductas repetitivas que se realizan según determinadas reglas rígidas de forma estereotipada. La conducta se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistirse a realizarla.

Las personas que lo padecen tienen a realizar la compulsión con el objetivo de eliminar o mitigar la presencia de la obsesión.

TRATAMIENTO

El tratamiento que ha demostrado una mayor eficacia en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es el formado por los tratamientos farmacológicos,  junto con los psicológicos, basados en estrategias cognitivo-conductuales.

A nivel de tratamiento farmacológico, se está usando con bastante éxito los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS), como por ejemplo: Fluoxetina, Fluvoxamina, etc.

En el tratamiento psicológico de este trastorno de ansiedad, uso en consulta algunas técnicas tales como:

Exposición y prevención de respuesta. La persona tiene que exponerse y enfrentarse al pensamiento o situación temida, siempre evitando realizar los rituales que le sirven para tranquilizarse. El objetivo es la extinción de la ansiedad asociada a dicho pensamiento o situación.

Técnicas cognitivas. Aquí vamos a reestructurar los pensamientos irracionales, catastrofistas,…, cambiándolos por otros más racionales, adaptados a la realidad; y menos ansiógenos.

Técnicas para el control de la atención. Aquí usamos estrategias como la parada de pensamiento, distracción cognitiva, etc.

El trastorno obsesivo-compulsivo, es un trastorno de ansiedad que genera muchas limitaciones en quien lo padece. Es importante, acudir a terapia cuanto antes y comprometerse a cumplir las tareas, tal y como se le indican al paciente.

Desde mi experiencia, puedo ayudarte a buscar la mejor solución para este problema que tanto te abruma. Juntos vamos a conseguir que puedas llevar una vida normalizada.